Nos encontramos en un momento económico difícil para algunas empresas, donde la eficacia es un asunto básico para la supervivencia de muchas de ellas. Por eso se busca adoptar los costes en todas las áreas para poder ser más competitivo:

Ahorro de energía de la impresora en reposo y también en hibernación. Son valores que no suelen tenerse en cuenta, donde una pequeña variación cuesta, ya que las impresoras no suelen apagarse y están encendidas durante las 24 horas del día.

Ahorro energético de la impresora de tinta sobre la láser que necesita templarse para empezar a imprimir. Estos ahorros pueden significar hasta un 50% entre una y otra tecnología, lo que al importe que está hoy en día el kw/h no es nada insignificante.

Ahorro de papel con la impresión a doble cara. De esta manera lograremos que este consumible se aproveche en su uso. Además si reducimos la carga de los papeles que llevamos con nosotros así como la capacidad para el archivo de muchas de sus facturas.

Diversas bandejas de entrada con diferentes tipos de papel de manera que para las impresiones de consumición interna podemos usar papel reciclado, mientras que que para el que entregamos a los proveedores y clientes un papel con una calidad mayor.

Impresión de tinta o láser es una de las determinaciones que tenemos que tomar. En general si tenemos series de documentos cortos, de pocas páginas pero habituales la tinta es una solución. Por el contrario si la tirada de documentos es larga, por ejemplo documentos de más de de 60 páginas, la tecnología láser puede ser más práctica.

Los cartuchos XL ayudan a disminuir hasta un 50% el coste de impresión de tinta lo que además una autonomía superior permitiendo la impresión de más páginas por cartucho, aproxima mucho el precio por página a las impresoras láser.

Ahorro de tinta con una tecnología de impresión más eficaz, de manera que podemos imprimir un número de páginas superior con la igual cantidad de tinta.

Suministrar la calidad de la impresión y los intervalos

Escoger la calidad de la impresión de manera que adaptamos la calidad de textos, pero también de imágenes y gráficos, donde podemos diferenciar entre documentación de uso interno y aquella que damos a los clientes y de la que depende la signatura o no de un contrato.

También es importante saber escoger el tipo de fuentes más eficaces, que pueden conseguir un ahorro considerable al usar una tipografía u otra. Existen tipografías especiales, llamadas eco, que tienen microagujeros en su diseño, huecos en blanco, inapreciables, pero que ahorran a largo plazo una gran proporción de tinta.

Imprime sólo lo necesario por ejemplo, cuando se trata de la impresión de una página web, seleccionando sólo lo que nos interesa y prescindir de anuncios u otros elementos que no necesitamos. Lo mismo cuando imprimimos una hoja de cálculo que acaba por imprimir varias páginas en blanco si no seleccionamos el intervalo correcto.

Un gasto totalmente irrelevante es también cuando imprimimos emails con disclaimer o advertencias de mensaje privado, que legalmente sirven para casi nada.

Reducir el número de páginas que imprimimos

En ocasiones es suficiente con precisar una clave para imprimir para que el número total de páginas imprimidas sea menor. Más en las empresas donde los trabajadores pueden aprovechar estos recursos para imprimir sin pararse a pensar si es necesario o no.

Una mesura más tajante consiste en establecer cuotas para la impresión, que deben ser sensatas para no dañar la productividad de los trabajadores, pero que es suficiente para hacer que se envíe a la impresora sólo lo que se necesita en papel.